El joven, que aún no ha sido designado, entrará caminando al campo de juego de la Arena de Sao Paolo gracias al exoesqueleto creado por The Walk Again Project, de la Universidad de Duke y dará la patada previa al partido entre el anfitrión, Brasil, y Croacia.
«Queremos disparar la imaginación de las personas«, dijo Miguel Nicolelis, quien está a cargo del proyecto que podría hacer que una persona con discapacidad motriz toque la primera pelota del próximo mundial de fútbol.
Nicolelis, quien hace poco logró que un grupo de monos controlara mentalmente un brazo virtual, es un experimentado neurocientífico brasileño al que le gusta proyectar en grande: «Con el capital y la convicción política suficientes podríamos volver obsoletas todas las sillas de ruedas«.
Según publica Tu discovery.com, a Nicolelis solo le queda elegir a un adolescente entre 10 candidatos para entrenarlo los meses restantes y hacer que el sueño se vuelva realidad.
El exoesqueleto tendrá un casco para transmitir las órdenes desde el cerebro, guías de metal para soportar las piernas del pateador, giroscopios para estabilizar la estructura y una mochila con la batería para movilizar el conjunto. También incluirá una serie de sensores de origen alemán que emitirán la sensación de presión cada vez que los pies toquen el suelo. Como si todo esto fuera poco, los científicos planean sumarle un sistema que otorgue información al usuario sobre el tacto, la fuerza y la temperatura del ambiente.