A veces, no solo daños neurológicos son heredados, también nuestros hábitos pueden ocasionar severas lesiones a nuestro cerebro y a las neuronas: células especializadas de llevar la información al cerebro.
Por ello, te presentamos algunos de los hábitos y cosas que debes prevenir para no registrar daño neurológico ni ahora, ni en el futuro, además de que protegerás a tus neuronas:
1. No desayunar. Cuando despertamos, luego de un ayuno de 6 a 8 horas, el cerebro requiere energía para llevar a cabo todas las funciones, pero si no se le brinda la adecuada cantidad de proteínas, vitaminas y nutrientes, se genera daño estructural, lo que implica la muerte de neuronas por falta de energía y sobrecarga de trabajo.
2. Estrés. El estrés mata neuronas, e incluso, evita que se formen nuevas en el hipocampo. Según una investigación publicada en el Journal of Neuroscience, el estrés agudo sólo permite la supervivencia de nuevasneuronas tan solo por unos días.
3. Hipertensión. La presión sanguínea alta debilita las pequeñas arterias del cerebro, lo que puede desencadenar daño neuronal. Según un estudio de la Universidad de Alabama, publicado en la revista Neurology, la pérdida de neuronas está asociado con los problemas de memoria, especialmente después de los 45 años, debido a la hipertensión.
4. No dormir bien. La falta de sueño por periodos prolongados acelera la pérdida de células del cerebro. Además, dormir con la cabeza cubierta aumenta la concentración de dióxido de carbono y disminuye el oxígeno, causando efectos adversos a nuestro cerebro.
5. Fumar. Causa la disminución del tamaño cerebral y además de promover la aparición del Alzheimer, un estudio de la Universidad de Northumbriarevela que fumar origina la pérdida de memoria, lo cual se podría revertir al dejarlo.
6. Comer mucho y muy grasoso. El exceso de comida genera una circulación lenta y poco oxigenada al cerebro. Además, un alto consumo de azúcar interrumpe la absorción de proteínas y nutrientes necesarios para la creación de nuevas neuronas.
Por otra parte, si nuestra dieta incluye demasiadas grasas saturadas y colesterol, el cerebro se inflama, la función nerviosa se altera y la memoria de trabajo o memoria inmediata se reduce, según un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease.
Para prevenir daño neurológico y mantener las funciones cognitivas del cerebro en buen estado, es importante hacer pequeños cambios diarios en tus hábitos, debido a que pueden hacer una gran diferencia. Una dieta rica en antioxidantes y ejercicio, son dos puntos a enfatizar.