Si quieres participar en alguna ‘inocentada’ clásica, elige la que más te motive y cuidado de que no te pillen…
1. Cambio de azúcar por sal
Si hay una broma clásica por excelencia es la de cambiar el contenido del tarro del azúcar por sal. Una recomendación: esta inocentada es muy recomendada a la hora del desayuno o si se va a cocinar un plato dulce y, si se puede, en compañía. La gesticulación tras descubrir el ingrediente oculto, no tiene precio.
2. Ataque repentino de caspa
Siguiendo con el ingrediente «mágico» de la sal, pon en práctica lo siguiente: vierte sobre tu cabeza algo de sal, en un sitio localizado o por todo el casco. Ahora ve a un amigo, un familiar o un compañero de trabajo y pregúntale si puede distinguir «algo raro en la cabeza», la expresión al ver tal espectáculo en tu cuero cabelludo, sin duda, dejará boquiabierto al inocente.
3. Cambiar las horas del reloj
Aprovecha un momento de soledad, descuido o cuando tus víctimas estén durmiendo. Tendrás dos opciones: adelantar el reloj, y que todos lleguen antes a sus destinos; o retrasarlo, para que lo hagan tarde. En cualquier caso, aconsejamos adelantar la hora y restar una hora de sueño a la víctima; preferible antes que hacerle llegar tarde a cualquier compromiso, pero, tú decides…
4. El truco de la moneda
Sólo tendrás que fijar al suelo alguna moneda o billete y, seguro, que más de un inocente caerá en la trampa de intentar despegar el botín de la calzada. Otra opción en este campo, es atar a la moneda o al billete una cuerda, y en el momento de atraparlo, tirar para que no pueda cogerlo.
5. Pasta de dientes
Esta inocentada también se podría incluir en el «Top Five» de las típicas bromas de los Santos Inocentes. Consiste en colocar un poco de pasta de diente o algún otro ungüento en la cara o en las manos de la víctima mientras ésta está descuidada o duerme. Al despertar y mirarse en el espejo, verá como una extraña sustancia ha «aparecido» en su piel.
6. El monigote
Pero si hay una broma tradicional es colgar el monigote blanco en la espalda de nuestra víctima. En un momento de descuido, coloca el papel con una cinta adhesiva en el abrigo del inocente, así caminará por la ciudad con el mensaje del día en cuestión. Como opción, podrás incluir algún mensaje en el típico muñeco.
7. La maleta pesada
Esta obra broma ha sido repetida en mucho de los programas de bromas que a menudo vemos en televisión. Se trata de colocar en la calle una maleta muy pesada, ataviarnos como si fuésemos turistas y confiar en la bondad de algún viandante. Esto es, pediremos a algún inocente si, por favor, puede transportarnos la maleta. Las risas brotarán al comprobar que le es imposible trasladar la maleta, siquiera, cinco metros.
8. Broma telefónica
Es uno de los recursos que más se ha puesto de moda en los últimos años. Si quiere hacerlo de una forma más económica, busque a alguna persona que su voz no sea reconocida por la víctima y eche a volar su imaginación. Desde el descubrimiento de una infidelidad hasta la imposición de una multa de tráfico. Las opciones son múltiples.
9. Artículos de broma
Las tradicionales tiendas de disfraces y golosinas son las que estos días se visten hasta arriba de artículos para gastar bromas en el día de hoy. El típico dedo o la tradicional mano falsa que al estrecharla es arrancada; las bolsas que se colocan en los asientos simulando flatulencias, excrementos de mentira, etc.
10. El timbre
Es tan sencillo como colocar un palillo de dientes en el interruptor del timbre de la casa. El ding-dong eterno sacará de quicio a cualquier inquilino.