Caminan lento. En un estudio Universidad de Seattle Pacific, publicado en la revista PlosOne, se detalla que cuando un hombre está enamorado y va junto a su pareja disminuye el ritmo de su andar.
Cambios de humor. Helen Fisher, antropóloga de la Universidad Rutgers revela que un hombre enamorado suele registrar diferentes estados de ánimo, desde alegría, euforia, insomnio, pérdida de apetito, temblores y respiración acelerada.
Pensativos. Los hombres que están enamorados gastan, en promedio, más del 85% de sus horas de vigilia para pensar o meditar sobre su pareja, según un estudio publicado en Livesciencie.
Reordenan prioridades. Un hombre enamorado puede cambiar su estilo de vestir, gestos, hábitos y valores para agradarle más a su pareja, señala Helen Fisher, de la Universidad Rutgers.
Son un espejo. Los varones que emanan amor por los poros imitan el comportamiento de su pareja, es decir, se sientan de forma similar, copia los gestos.