Tecnología al servicio médico: biosensores que analizan la sangre sin extraerla

Tecnología al servicio médico: biosensores que analizan la sangre sin extraerla

La organización sanitaria Badalona Serveis Assistencials (BSA) ensaya un dispositivo formado por biosensores que permiten analizar la sangre de las personas sin necesidad de pinchar para extraerla y que ofrece los resultados en menos de diez minutos.

Este dispositivo consiste en colocar dos biosensores en el cuello, dos en la axilas y uno en el ombligo del paciente, que se conectan a un ordenador y calibran la temperatura corporal de la persona, ha explicado a Efe el jefe de investigación e innovación de BSA, Antoni Sicras.

A partir de los cambios bioquímicos que se producen en el organismo del paciente y de fórmulas matemáticas, el dispositivo puede revisar hasta 131 parámetros de la sangre sin necesidad de extraer muestras y obtener los resultados en un tiempo de 6 a 8 minutos.

El bioquímico y colaborador en el desarrollo de este autoanalizador,Peter Jusko, ha asegurado que el mayor beneficio es «la rapidez en el proceso del diagnóstico», ya que, empleando este método «no invasivo» no es necesario que el paciente vuelva otro día a recoger los resultados, que se ofrecen al momento.

Jusko ha insistido en que este dispositivo ayudará a mejorar la diagnosis porque resuelve la dificultad a la que se enfrentan los médicos al tomar decisiones cuando llegan los resultados días más tarde ya que «el estado del paciente puede haber cambiado». Sicras también ha señalado que esta técnica ya está comercializada y disponible para los hospitales y los centros médicos y que BSA estudia ahora la fiabilidad del aparato.

Para ello, BSA ha llevado a cabo una prueba piloto realizada con 30 pacientes, que ha presentado hoy, además de un estudio que se empezará a practicar con 100 voluntarios más a los que se someterá a la prueba con biosensores, así como a una extracción de sangre convencional para comparar los resultados.

Sicras también ha señalado que este autoanalizdor se basa en tecnología aeroespacial y ha sido diseñado por miembros de la Academia Rusa de Ciencias Naturales, la Universidad de Massachusetts y el National Space Biomedical Research Institute.