Albania rechaza recoger armas químicas sirias para destruirlas, como pedía EE UU.

El primer ministro albanés, el socialista Edi Rama, anunció este viernes que su país ha desestimado la petición formulada por Estados Unidos de acoger armas químicas sirias para destruirlas en su territorio. «Por fidelidad hacia Albania y con el máximo respeto hacia nuestros amigos y socios insustituibles, ellos ya tienen mi decisión: a Albania le resulta imposible participar en esta operación», dijo Rama en una breve declaración retransmitida por televisión y acogida con aplausos por los numerosos manifestantes que se habían congregado ante la sede del Gobierno. Protestas En los últimos días el Ejecutivo de Tirana se enfrentó a numerosas protestas populares contra la eventual llegada del arsenal químico sirio. Estados Unidos había solicitado recientemente la ayuda de Albania en el proceso de eliminación de más de mil toneladas del arsenal químico sirio. Tras conocerse estas negociaciones, miles de ciudadanos, la mayoría jóvenes, salieron a las calles en distintas ciudades del país para oponerse a la destrucción de las armas químicas en suelo albanés. «Nosotros decidimos», «Diles que no» eran algunas de las pancartas que se podían leer en numerosas plazas y calles del país. El primer ministro no hizo públicas las negociaciones para mantener la confidencialiadad En su declaración, el primer ministro dijo que no había hecho públicas las negociaciones, porque debía mantener la confidencialidad de «esta complicada operación civil y militar». Añadió, sin embargo, que no tenía previsto tomar ninguna decisión sin escuchar la opinión del millón de albaneses que le votaron en las elecciones de junio pasado. La declaración fue acogida con aplausos y vítores por la multitud de jóvenes que desde este jueves permanecía frente a la sede del Gobierno para manifestar su rechazo a la acogida del arsenal. También hubo protestas en otras ciudades, como Durres, en el mar Adriático, donde grupos de manifestantes ocuparon el puerto, el mayor de Albania y la potencial puerta de entrada del material tóxico sirio. Material tóxico Los manifestantes temían las posibles consecuencias de los residuos tóxicos sobre la salud y el medio ambiente y sostenían que Albania carece de capacidades y la infraestructura necesarias para eliminar estos agentes químicos. Los manifestantes temían por posibles riesgos para la salud y el medio ambiente Además, argumentaron que fue el propio Gobierno socialista el que, nada más asumir el poder en septiembre, decidió prohibir la importación de cualquier residuo en Albania, un acuerdo aprobado luego por el Parlamento. También el opositor Partido Democrático y algunos diputados del gubernamental Partido Socialista, así como organizaciones de empresarios, artistas, periodistas y representantes de las comunidades religiosas se habían declarado en contra del envío del arsenal químico sirio a Albania. La Alianza contra la importación de basura (AKIP), una de las promotoras de las protestas, entregó este viernes al Gobierno una petición firmada por 35.000 ciudadanos en contra de la acogida de las armas. El embajador de Estados Unidos, Alexander Arvizu, declaró en una entrevista a la televisión Top Channel que un «No» del Gobierno albanés sería «decepcionante» para EE UU, que según recordó, ha contribuido a la creación del Estado albanés y su ingreso en la OTAN. Al contrario, un «Sí», aportaría dinero al exiguo presupuesto del Estado y estimularía el respaldo estadounidense a que Albania avance en sus aspiraciones de integración europea, destacó. El Presidente del parlamento, Ilir Meta, afirmó previamente que espera que «cualquier respuesta del Gobierno no perjudique las relaciones con el aliado estratégico» de los albaneses. Pese a que Albania ha destruido en 2007 con la ayuda estadounidense 16 toneladas de sustancias químicas, aún quedan grandes cantidades de residuos tóxicos en depósitos militares y plantas industriales de la época comunista, ya en ruinas.

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